Montaña vacía: no se ve a nadie
Solo el eco de sonidos humanos
La luz del atardecer entra en el oscuro bosque
brillando, en lo alto, sobre el verde musgo...
Actualmente no poseo nada. Ni material, ni espiritual, ni figurado, ni tangible ni intangible.
No he hecho nada ni he dicho nada. Si desapareciera en este momento, apenas un eco quedaría siguiendo la estela de mi presencia extinta. Como una golondrina cuando bebe y una pequeña perturbacion, unas ondas, recuerdan levemente su paso. ¿quien quiere perdurar? no, no hablo de perdurar, sino de hacer aqui y ahora.
Es un punto de inflexión. A veces hay que preguntarse que camino se ha seguido. O que camino seguir. A veces veo otros practicantes de mi generacion y me pregunto que sienten. Yo me siento un diletante, no se si he hecho un verdadero esfuerzo o no. Mis energias siempre se han repartido entre diferentes tendencias: el Aikido, mi profesion.... Siempre me he sentido bien practicando en el Dojo con mi maestro o viendo a otros maestros. Siempre me ha bastado con una sonrisa y su apoyo como referente. Pero ahora tengo una responsabilidad para con mis alumnos, les muestro lo que aprendí de los maestros, como un guia, pero el camino lo deben andar y yo deberia ayudarles. Se que mi practica es honesta, pero quiza sea el momento de hacer algo de verdad por ellos. Simplemente seguir adelante? aun no lo se.
No hay comentarios:
Publicar un comentario