jueves, abril 08, 2010

Musashi-Gorin no Sho

El Manuscrito del Vacío

Al escribir sobre la ciencia de las artes marciales [...], el significado de vacío consiste en que hay un reino en el que nada existe o no puede ser conocido o se ve como vacío.
El vacío no existe. La no-existencia se conoce cuando se sabe que la existencia es vacío.
Cuando la gente no entiende algo, considera erroneamente que eso está vacío. Eso no es vacío real, solo es ilusion.
[...] el estar confuso puede considerarse un estado de vacío desesperado, pero no es vacío real.
Los guerreros aprenden con precision y practican constante y diligentemente las tecnicas de las artes marciales. La forma en que practican no es oscura en lo mas minimo. Sin confusion de espiritu, sin relajarse lo mas minimo, puliendo la mente y la atencion, afilando el ojo que observa y el ojo que ve, uno llega al vacío como un estado en el que no hay oscuridad y las nubes de la confusión han desaparecido.
Mientras que no conocen la autentica vía (Dô), todo el mundo piensa que su camino es seguro y bueno, pero desde el punto de vista de la vía correcta del espiritu, la gente se aparta de la verdadera via por desviaciones personales de su mente y desviaciones individuales de su vision.
conociendo esta mentalidad, pronunciando esencialmente palabras honradas, tomando el espiritu como via, practicando las artes marciales en el sentido mas amplio, pensando correcta, clara y comprensivamente, tomando el vacío como vía, podéis ver la vía como vacío.
 En el vacío hay bien pero no hay mal. La sabiduría existe, la lógica existe, la vía existe, la mente está vacía.

Miyamoto Musashi. Año 1645.

viernes, abril 02, 2010

Muerte 死



Vivimos en una sociedad que niega la muerte. La oculta, la evita a toda costa...incluso hablar de ella se evita. Es un tabú, tan fuerte o más que muchos tabues sexuales. Séneca hablaba sobre cómo el estudio nos debería enseñar a morir. En oriente el aprendizaje del momento final es toda una cultura. Pero aquí nos han privado de algo tan importante, nos intentan privar de la vivencia de la extinción y, por ende, nos intentan privar de la propia experiencia de la vida, ya que no vivimos realmente hasta que no aprehendemos la posibilidad de la muerte.


Lo que la gente que te rodea cuando sientes que todo puede terminar no entiende es que la preparación de la muerte, la serena experimentacion de la posibilidad del fin y los preparativos que tomas no solo muestran una actitud realista y objetiva. Ademas aporta sosiego a la persona, te permite hacer limpieza, poner en orden tus asuntos tanto externos como espirituales y pedir perdon por tus faltas.

En Japón había una bonita costumbre, entre estos preparativos: el poema final. Monjes, guerreros o artistas plasmaban sus ultimos pensamientos en forma de poemas, normalmente usando la técnica de la caligrafía, a veces simplemente pronunciados y recogidos por alguien. Los guerreros (Bushi) portaban con ellos su poema final, para que se les pudiera recordar y a veces identificar tras una batalla en la que resultasen muertos. Era tal la importancia, que a los condenados se les permitia escribir su poema antes de la ejecución. Muchos de esos poemas se han hecho famosos y han pasado a la historia, apareciendo en antologias o siendo incluso los poemas mas conocidos de sus autores.

En estos ultimos poemas, el autor reflejaba a veces cosas muy humanas...otras veces eran un canto a la vacuidad, otras veces incluso una protesta. Quien sabe cuales seran nuestros ultimos pensamientos. Aqui van algunos de mis poemas finales favoritos:

"Sin saber
que mi cuerpo descansa
en las rocas del monte Kamo
mi amor
me espera"
(Kakinomoto no Hitomaru. S. VII )


"Cuando muera, enterradme
en una taberna,
bajo un tonel de vino.
Con suerte goteará..."
(Moriya Sennan, 1838)
 
"¿adonde ha ido ese perro
que rondaba por aqui?
Esta noche he pensado en él
una vez mas,
antes de acostarme"
(Shimaki Akahiko, 1926)
 
"quien viene, solo sabe que viene
quien se va solo conoce su final
Para salvarse del abismo
¿por que sujetarse al precipicio?
Las nubes bajas
nunca saben adonde las llevara la brisa..."
(Sengai, 1837)
 
"Adios, padre
como la nieve, agua fuiste
y agua serás"
(Raizan, 1716)