miércoles, junio 30, 2010

Primer aikidoka del Dojo Hosomichi en lograr el Shodan

Hoy uno de los practicantes de Aikido del Dojo Hosomichi ha sido reconocido con el cinturon negro, grado Shodan del Aikikai. El primero de mis alumnos en lograrlo. No hay mayor exito para una persona como yo, mero transmisor de la enseñanza recibida por los maestros, que el reconocimiento de que esta transmision se esta realizando correctamente, a traves de la formación de nuevos aikidoka.

Pero que pequeño es el merito, ciertamente. Unicamente he querido que quien reciba reconocimientos asi sea porque son totalmente merecidos y con un toque de calidad, aunque requiera mas tiempo y paciencia. Esta vez ha funcionado bien, aunque en "mi metodo", que no es tal, ha sido el esfuerzo personal del aprendiz, que rápidamente ha sido capaz de vislumbrar el sendero por donde han ido otros pasos y captar de diferentes fuentes mejor formadas que yo. Ahora, rápidamente, el alumno superará al maestro.

Para alguien cuyas pretensiones son tan humildes como las mias, es mas de lo que pudiera pedir. Nunca he tenido intereses en nada para mi, aparte de tener mi pequeño espacio de libertad en el que poder desarrollar y transmitir la tradición del Aikido. Nunca he querido ser conocido ni dar cursos por ahi ni tener grandes curriculums. No siento deseo de acudir a un Dojo a mostrar lo que puedo hacer, sino a sentarme y ver. Simplemente me basta con saber que puedo honrar la memoria de los maestros con una transmision correcta y sincera y una elaboracion lo mas profunda posible, acorde con la instruccion personal que he recibido en estos años.
Ahora es momento de reflexionar. Cuando una persona recibe un honor, o bien un discipulo suyo recibe un honor, mas que alegria lo que uno deberia es plantearse cómo ha ocurrido y qué camino debe uno seguir. Qué fallos, que pecados tiene uno. Realmente, recibir un honor deberia ser tomado como una llamada de atención hacia nuestros propios errores, hacia nuestras debilidades. No debería ser tomado como un soporte para nuestro ego.
 ¿Dónde estan las debilidades que te hacen apartarte del camino?: indolencia, falta de perseverancia, desmotivación, intereses espurios, dificultades propias de practicar una tradicion japonesa en el seno de una sociedad occidental, problemas comunes como horarios, economia, deberes, salud...y que a veces parece que suman un ejercito de inconvenientes destinado a hacerte colgar el Keikogi.

Cuando alguien recibe un reconocimiento, es el momento de resaltar en tu mente qué es lo que te hace no merecer tal reconocimiento. A partir de un  grado como Shodan, el Aikidoka debería ser capaz de verse en la práctica del Dojo como quien se mira en un espejo y debería recordar la vieja historieta contada en el Tsurezuregusa del monje que una vez se miró en un espejo.

Es muy fácil, en una práctica como la del Aikido, caer en trampas del ego. El Aikidoka no deberia regocijarse demasiado con su valía o desarrollo técnico ni pensar "yo soy mejor que este o aquel" o "este maestro o este aikidoka es mejor o peor que este otro" ni tampoco mostrar desprecio por los principiantes, algo que lamentablemente se ve mucho y que se manifiesta en evitar practicar con ellos en cursos. La práctica del Aikido no hace demasiado hincapié en exponer explicitamente aspectos internos de la práctica. Mas bien, el estudiante despierto, aprehende esos aspectos internos a traves de la realización de la unión con la línea de Ki y a traves de Kokyu. Pero la falta de instrucción en los aspectos internos del Aikido conlleva el gran riesgo de la "deportivización" del Aikido, aunque bien es cierto que la falta de competición ha sido un factor importante para evitar este fenómeno, que se dió en el Judo.

 El Aikidoka no deberia centrarse en alcanzar precisión o perfección técnica ni tampoco regocijarse demasiado con la belleza o estética de los movimientos, ni con su aspecto o su capacidad física. Aikido es Aiki, o sea, unión con la linea de ki. Es comunicación, claridad prístina y es Masagatsu Agatsu y eso no hay que olvidarlo, aunque sea un sentido que no es fácil de aprehender y cuyo significado se adquiere a traves de la práctica y la enseñanza en persona de los maestros, no a traves de blogs, videos o foros.

Yo creo que recibir el shodan es el inicio de un camino (de ahi el uso del kanji "shô") y es el momento de mostrar la máxima y mas sincera humildad. No una humildad falsa basada en la forma y la actitud en el Dojo, algo que se ve muchas veces. La práctica de Aikido es un espejo donde nos miramos, por ello para mi resulta una práctica intensa, dura, dificil a veces, pero llena de claridad y de una sensacion inexplicable. A veces acercarse a estos sentidos implica ciertos sacrificios de tipo social, encaminados a destruir las trampas del ego. Pero cada persona tiene su camino y lo que ha sido aplicado por unos no tiene por qué ser necesariamente aplicado a otros.

Es un momento de mirar a Fudo Myoo, realizar su espiritu imperturbable y construir su espada de sabiduria en nuestro interior. Hay que recordar constantemente Zanshin, Shoshin y Fudoshin, que en definitiva son Mushin en su realización completa.

"como una solida roca que no se mueve con el viento, el sabio permanece imperturbable ante los halagos y las calumnias. Al igual que un lago profundo de aguas tranquilas y cristalinas es el sabio que ha escuchado las enseñanzas"

Dhammapada. Cap. 6

"La vida de un hombre es como ir andando por un largo camino transportando una pesada carga. No hay que apresurarse. Reconoce como constante este estado de carga y nunca te sentirás en desventaja. En cualquier momento que desees algo, recuerda el estado de caminante indigente. La perseverancia y la paciencia son las bases de la paz y la longevidad. Reconoce a la ira como tu enemiga. Si sólo sabes como ganar y nunca aprendes cómo perder, estas destinado al sufrimiento. Así pues, repréndete a ti mismo, no a los demas."

Tokugawa Ieyasu. S. XVI.

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