sábado, febrero 28, 2009

Serie Autores Olvidados: Han Shan (Montaña Tonta)

En nuestros tiempos todo fluye a la velocidad de la electricidad por un chip de silicio, a la de un tren de alta velocidad. En estos tiempos de infoxicacion y sentido practico, no nos damos cuenta de la toxicidad de todo aquello en lo que nos envolvemos. Pero el alma humana no puede someterse al escrutinio de la ciencia o de la economia. ¿que puede aportarnos un tipo que se llamaba a si mismo "Montaña Tonta"? pensaria cualquier moderno lector. Ah, cuanto se reiría Han Shan de ver nuestras freneticas idas y venidas....


Nuestra mente y nuestro cuerpo son puros por naturaleza; pero nosotros los empañamos con obras y pensamientos pecaminosos. Para restaurar nuestra pureza original, solo necesitamos limpiar la suciedad acumulada.

¿Pero cómo proceder con el proceso de limpieza? ¿Debemos colocar una barrera entre nosotros y las ocasiones propicias para el desarrollo de nuestros malos hábitos?
¿Alejarnos de los lugares de tentación? No. No podemos cantar victoria simplemente por evitar la batalla.

El enemigo no es el ambiente en el que nos movemos ni las actividades que realizamos. Está en nosotros mismos. Tenemos que confrontarnos e intentar entender nuestra debilidad humana, nuestro propio olor (el sentido de ningenkusai. N. d T.). Echar una mirada honrada y sincera a nuestras relaciones y nuestras posesiones y preguntar que nos ha traído nuestra propia indulgencia, nuestra indolencia. ¿Nos ha traído felicidad? Ciertamente no.

De conversaciones con el Maestro

P. ¿cual es el minimo tiempo que debería dedicarse a la práctica?

R. Deberíamos aprender a no distinguir entre nuestra vida diaria y los periodos de práctica formal. Toda nuestra vida debería ser como la práctica en el Dojo, en el sentido de que deberíamos vivir toda nuestra vida desde la atención. Cuando entramos en el Dojo, no lo hacemos para conseguir algo, no lo hacemos por obligación. Lo hacemos porque nos apetece, porque nos gusta y nos sienta bien. Es parecido a la acción de cepillarse los dientes: al principio aprendemos a cepillarnos porque sabemos que es bueno para la salud, pero después de un tiempo, si no nos cepillamos los dientes, no nos sentimos a gusto, así que de forma natural nos cepillamos los dientes. ¿Cuánto tiempo deberíamos practicar? Tanto como nos apetezca.