sábado, febrero 28, 2009

Serie Autores Olvidados: Han Shan (Montaña Tonta)

En nuestros tiempos todo fluye a la velocidad de la electricidad por un chip de silicio, a la de un tren de alta velocidad. En estos tiempos de infoxicacion y sentido practico, no nos damos cuenta de la toxicidad de todo aquello en lo que nos envolvemos. Pero el alma humana no puede someterse al escrutinio de la ciencia o de la economia. ¿que puede aportarnos un tipo que se llamaba a si mismo "Montaña Tonta"? pensaria cualquier moderno lector. Ah, cuanto se reiría Han Shan de ver nuestras freneticas idas y venidas....


Nuestra mente y nuestro cuerpo son puros por naturaleza; pero nosotros los empañamos con obras y pensamientos pecaminosos. Para restaurar nuestra pureza original, solo necesitamos limpiar la suciedad acumulada.

¿Pero cómo proceder con el proceso de limpieza? ¿Debemos colocar una barrera entre nosotros y las ocasiones propicias para el desarrollo de nuestros malos hábitos?
¿Alejarnos de los lugares de tentación? No. No podemos cantar victoria simplemente por evitar la batalla.

El enemigo no es el ambiente en el que nos movemos ni las actividades que realizamos. Está en nosotros mismos. Tenemos que confrontarnos e intentar entender nuestra debilidad humana, nuestro propio olor (el sentido de ningenkusai. N. d T.). Echar una mirada honrada y sincera a nuestras relaciones y nuestras posesiones y preguntar que nos ha traído nuestra propia indulgencia, nuestra indolencia. ¿Nos ha traído felicidad? Ciertamente no.

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