sábado, octubre 31, 2009

La vida en un pincel

Esta imagen es la mas clara y gráfica de cómo se debería practicar, tanto las técnicas de Aikido como la caligrafia, que creo que son expresiones del mismo principio:

"Apuesto mi vida con este pincel
y escribo este carácter ahora"



Si fuéramos capaces de entender esto y aplicarlo, tanto a la práctica como a la vida, veríamos sus efectos rápidamente.

El Maestro Shinagawa era un maestro de Shodô muy conocido. Sin embargo, explicó esto:

"Yo no soy un calígrafo reconocido en el sentido habitual. Ni tampoco quiero serlo. Cada corazon humano es diferente, cada uno dotado por el cielo con diferentes motivos para hacer cosas. En mi caso, creo, el unico motivo trascendental es transformar en caligrafía aquello que toca mi corazón y fluye como una fuente hasta quedar escrito. Al principio no se que voy a escribir. Extiendo una hoja de papel ante mi, coloco una piedra tintera al lado y preparo la tinta. Si entonces una sensacion clara y transparente aparece, escribo en el papel poniendo mi corazon y mi alma en ello. No importa lo que sea. Deberia decir que lo que forma mi caligrafía es aquello que viene a mi mente espontaneamente en ese instante"

Sin embargo, este espontaneo caligrafo ha sido, a su pesar, uno de los mayores maestros de Shodô japones del siglo XX. Cuando veo practicar a mi maestro, veo esta espontaneidad, este momento presente. El no se considera un maestro, sino un mero heredero o transmisor del legado de los verdaderos maestros. "Waza" no es algo previo, se crea en el instante y toda la vida va con ellas. En el momento en el que la mente vaga hacia atras o hacia adelante, se pierde totalmente el sentido de la practica. Aprender a jugarse la vida en el pincel y escribir un caracter aqui y ahora es, creo, uno de los mas claros objetivos de la práctica constante.

Si, soy verdaderamente un burro
viviendo entre arboles y plantas
Por favor, no me preguntes sobre ilusion e iluminacion
A este viejo solo le gusta sonreir
Cruzo arroyos con estas piernas huesudas
y llevo mi bolsa en los dias suaves de la primavera.
Esta es mi vida
el mundo y yo no nos debemos nada.
(Ryokan)

Ryokan Daigu murió en el año 1831. Fue conocido por su bondad y su buen humor y fué un personaje muy querido. Siempre sonriente, gustaba de jugar con los niños, beber sake y acudir a las fiestas de los pueblos. Rechazó grados y honores, sintiendo que cuando le fueron ofrecidos era el momento de retirarse, por lo que se fue a vivir a una cabaña en un bosque, cerca de un pantano. Ayudaba a los aldeanos y repartia lo que le regalaban entre pobres y mendigos. Sobre su bondad se cuentan anecdotas. Una vez notó como unos brotes de bambú crecían bajo el suelo de su cabaña. Cuando el bambú empezó a doblarse bajo el suelo, no pudiendo soportar la idea de que el bambú sufriera, abrió agujeros para que pudiera seguir creciendo, con lo que su cabaña parecia un bosque al cabo del tiempo.

mi legado...
cual sera?
flores en primavera
el canto del cuco en verano
y los arces carmesí
del otoño...
(Ryokan)

Sin embargo, su legado involuntario ha sido uno de los mas bellos episodios de la poesía en japones, ademas de un ejemplo de la caligrafía clásica para los estudiantes actuales

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