martes, febrero 28, 2012

Vuelve la primavera...

Mi primera flor y primer poema del agonizante invierno e incipiente primavera...


La flor del almendro contiene en sí misma toda una enseñanza sobre la fragilidad, la impermanencia y la renovación constante. Volver a contemplar el renacimiento de mis almendros, puntuales a su cita de finales de febrero, es una fuente de vida...

Me inspiró a caligrafiar torpemente este poema de Matsuo Basho:


Sobre el aroma de ciruelos en flor
de pronto, sale el sol.
Senda de la montaña...